Título de La Nación - 18/12/2024 11:04:08

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VideoAnálisis. El silencio y el temor de la políticaPor Joaquín Morales Solá

Elisa Carrió volvió a protagonizar este martes una excepción en la política. Fue la única dirigente que habló de Andrés Vázquez, el poderoso jefe de la DGI (Dirección General Impositiva), que compró departamentos en los Estados Unidos por valor de 2 millones de dólares sin declararlo en la Oficina Anticorrupción, según una investigación del periodista Hugo Alconada Mon publicada el lunes en LA NACION. Nadie sabe si lo hizo ante la AFIP, que es el organismo superior en el que está la DGI, porque existe el secreto fiscal. Secreto que los poderosos violan con frecuencia, pero que a ellos los ampara siempre. Vázquez es uno de esos personajes ocultos del Estado con más poder que un ministro, porque él reúne el conocimiento de la vida de los argentinos (por las declaraciones de bienes, de gastos y de ingresos ante la DGI de cada ciudadano) y cuenta, además, con excelentes nexos en los servicios de inteligencia, de acuerdo con el testimonio de varios funcionarios judiciales. La descripción de Carrió es exacta: “Es un hombre pesado, pesado. Un hombre que arma causas judiciales contra periodistas y políticos. Está listo para la persecución”. De las condiciones de Vázquez surge, en efecto, que puede ser un funcionario útil para la persecución política de los adversarios o los críticos de quienes están en el poder. De hecho, él fue uno de los responsables directos del allanamiento a la sede del diario Clarín, en 2009, perpetrado por 200 personas, cuando Cristina Kirchner había descerrajado la guerra contra el campo y contra ese holding periodístico. En ese año, Vázquez trabajaba en la AFIP en la Dirección Sur Metropolitana. El silencio del kirchnerismo tiene su explicación (no su justificación) porque le deben inmensos favores a Vázquez cuando era el kirchnerismo el que perseguía.

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